domingo, 4 de septiembre de 2011

EL TUTOR ANTE LOS RETOS DE LA EMS

Por: Raúl García Gpo. 3
La educación media superior de México  implica en esto tiempos un sistema  de grandes retos que por su situación actual merece la atención especial de todos los involucrados en su gestión; llámese directivos, administradores, docentes o padres de familia.
Las razones de tal preocupación, no son menos trascendentales, la educación media superior en México es el nivel con mayor deserción, con cerca de 40 por ciento, por si esto no fuera ya preocupante, esta también el que a decir de los propios jóvenes es,  la principal causa de deserción de quienes deciden dejar el bachillerato, es que la escuela no les gusta, no les sirve o no se adecua a sus intereses y necesidades. Si bien existen otros motivos como, a falta de recursos económicos o la reprobación constante, el primero motivo expuesto llama inmediatamente la atención de quienes estudian este fenómeno.
Aunado a la deserción, la EMS enfrenta otras características peculiares que no tiene la educación básica y media básica. Actualmente el bachillerato es un nivel que se  caracteriza por su desarticulación y dispersión, así como por la carencia de programas y políticas públicas que le dieran sentido e identidad. Algunos análisis indican que este nivel tiene más de 200 planes de estudios distintos y prácticamente inconexos lo cual  imposibilita la  movilidad y tránsito entre los distintos subsistemas que lo conforman. (Increíblemente, si un estudiante comenzó sus estudios en alguna modalidad, tiene que volver a iniciar en caso de decidir  cambiarse a otra opción).
Si esto suena preocupante todavía está el problema de la calidad de la enseñanza, lo cual impacta por razones obvias en el éxito posterior del alumno al incorporarse al ámbito laboral o continuar con la educación superior.
Todo lo expuesto anterior justifica de dar prioridad a la atención  urgente de este nivel educativo máxime a que el país presenta el número más grande de jóvenes en toda su historia. Si el problema no se ataca ahora, los problemas se magnificaran en algunos años.
La situación imperante no ha pasado desapercibida para quienes se encargan de los hilos de la educación en México y han puesto en marcha una reforma integral para atender el nivel medio superior (RIEMS). Esta reforma contempla ejes de acción que abarcan de por si cada uno de los retos que el nivel enfrenta. La cobertura y la organización de la gestión ya han sido tomados en cuenta, incluso la calidad tiene también un apartado especial en el documento rector. Sin embargo, como todas las reformas cuando están escritas en papel suenan del todo optimistas, es la aplicación donde aparecen los detalles.
¿Qué papel tiene  la práctica docente frente a los retos actuales de la EMS?
Digamos que la gestión y la cobertura son retos que quedan para los dirigentes de la educación en el país. Queda al docente responsabilizarse de la cuestión en la calidad educativa. Hay retos y problemas puntuales donde el maestro tiene una total injerencia y no puede retraerse de esa responsabilidad. Estos retos son entre otros.
       La deserción
       La reprobación
       El no aprendizaje
       La falta de disciplina
       La poca relación entre la escuela y la comunidad
       Etc.
Podríamos continuar en la postura del maestro tradicionalista que se deslinda de la su responsabilidad en los problemas anteriores esgrimiendo argumentos tan banales como  “el que quiera aprender, que aprenda”, “a mí no pagan por cuidar bebés”, “yo cumplo con enseñar, si no aprenden es su problema”, “que lo eduquen en su casa”, “si no puede, que se dedique a otra cosa” etc.
¿Nos hemos puesto a pensar los docente cuántas veces algo que hacemos o decimos p hacemos en el aula ha sido la causa del bajo rendimiento o incluso la claudicación de un estudiante?
Por lo general, el docente se refugia en la cotidianidad de su práctica docente y no se da cuenta que lo que dice, hace, deja de decir o hacer, afecta invariablemente la personalidad de sus alumnos. Es un aspecto que el docente debe cuidar en todo momento. ¿A cuántos jóvenes hemos mandado a la calle al dar con un plumazo una calificación reprobatoria sin tomar en cuenta el trasfondo de su rendimiento?
Reflexionando en lo anterior se llega a la conclusión de que es necesario el involucramiento total del docente a fin de que la RIEMS tenga el éxito esperado. Primeramente el maestro debe despojarse de su papel de simple instructor para convertirse en un verdadero tutor del estudiante;  un mediador que no solamente transmita contenidos sino que además promueva valores y actitudes en el aula independientemente de la materia que imparta. Esto suena bonito pero no se consigue de manera automática. ¿Cuál es el perfil o funciones que debe desarrollar el  docente ante los retos de  la EMS?
La preparación continua y el manejo de herramientas como las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación además del desarrollo de habilidades en la comunicación efectiva y el manejo de grupos son solo ejemplos de áreas de oportunidad en el perfil del docente tutor. Pero estas son los armas para desarrollar las nuevas funciones que el contexto solicita, a continuación se mencionan algunas de las más preponderantes.
FAVORECER LA DINÁMICA GRUPAL
El tutor de un grupo debe conocer la personalidad de los integrantes de un grupo además de identificar los roles que toman cada uno de los elementos. El conocimiento de todo lo anterior le facilitara herramientas para afrontar algunos de los problemas más comunes como la apatía o la indisciplina.
 ESTABLECER UNA EFICAZ INTERRELACIÓN CON LOS PADRES
Una de las funciones principales de tutoría es asegurar la conexión de la educación familiar y escolar; favoreciendo la participación de los padres en la educación de los hijos de manera coordinada con la escuela. Es una coordinación no siempre fácil.
Los principales medios a través de los cuales los maestros pueden conseguir y favorecer la cooperación de los padres en la educación de sus hijos son las entrevistas personales con madres y padres y las reuniones colectivas con ellos.
Concretamente, la participación de los padres debe plantearse como un proceso gradual, en el que cada avance ha de consolidarse y evaluarse antes de pasar al siguiente. Lo que se puede esperar de la participación de padre y madres varía, pues, enormemente, según el momento en que se encuentre el proceso de implicación.
 


ESTABLECER RELACIÓN CON LA INSTITUCIÓN
El tutor  debe establecer una buena relación con la administración y en cuanto sea posible:
       Participar en la elaboración de objetivos educativos del centro.
       Participar en la elaboración del plan de acción tutorial y de orientación académica y profesional.
       Proponer al equipo directivo medidas de organización en relación con la orientación.

PROPORCIONAR UN CLIMA DE CONFIANZA
Este clima que necesariamente ha de haber entre el tutor y el grupo no constituye tanto el objeto de una actividad concreta del tutor, cuanto el resultado de toda una actuación cuya característica deberá ser la actitud de apertura, disponibilidad y lealtad al grupo y a cada uno de sus componentes.

CONOCER LA CAPACIDAD DEL ALUMNO: NIVEL MENTAL, APTITUDES, ATENCIÓN, MEMORIA, IMAGINACIÓN, ETC.
A esta información puede llegar el tutor a través de varios procedimientos; a través de información que el gabinete especializado puede facilitarle como resultado de la aplicación de las correspondientes pruebas estándar (de memoria, de atención, de factor verbal, etc.), y a través de la información que el propio tutor y los demás profesores puedan reunir como producto de sus observaciones y de la aplicación de instrumentos accesibles a todo profesor.

CONOCER INTERESES, ASPIRACIONES E IDEALES DEL ALUMNO, EN ESPECIAL ACADÉMICO - PROFESIONALES
Es interesante entrevistarse con los padres del alumno para conocer el tema de cómo emplea su hijo el tiempo libre, sus aficiones y los proyectos que ellos tiene para con él cara al futuro. Se debe hacer lo mismo con el alumno para ampliar esa información con preferencias en cuanto a las materias escolares. Así, el tutor podrá orientar al alumno con aspiraciones fundamentadas en la realidad, y a su familia, y estimular los intereses y aficiones del alumno en el sentido más favorable y rentable.

En cuanto la labor de tutoría sea llevada de manera efectiva a las aulas, se comenzará a ver un cambio en cuanto a los problemas de reprobación y deserción, dos índices preocupantes actualmente en la EMS.

1 comentario:

  1. Muy completa tu informacion raul, gracias. soy docente de colegio de bachilleres en el estado de zacatecas y actualmente estamos implementando este programa tan noble de tutorias y bueno me estoy empapando lo mas que puedo, si tienes alguna informacion que pudiera interesarme te lo agradesco. mi correo es joaquin.29@live.com.mx

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